El FMI (Fondo Monetario Internacional), ha recomendado a la UE (Unión Europea) que busque emprender una reforma económica sólida pero que sea políticamente aceptable para así impedir la acumulación de su deuda pública, en este comunicado el organismo dijo lo siguiente “Las reglas existentes han tenido cierto éxito, especialmente al aumentar la conciencia pública de que los déficits fiscales deben estar por debajo del 3% del PIB, pero no han impedido una acumulación indeseable de deuda pública y riesgos de sostenibilidad fiscal en algunos miembros”.
La institución financiera, con sede en Washington, ha considerado en su informe que cómo se llegó a ver en la crisis de la deuda soberana europea, esos riesgos amenazan con acabar con la estabilidad de la unión monetaria ya establecida en el pasado además de seguir creando vulnerabilidades a pesar de los esfuerzos que se han hecho para fortalecer la supervisión central de este.
El FMI ha propuesto también “vincular las reglas fiscales al nivel de riesgo”, esto con base en la “la velocidad y la ambición de los ajustes estarían ligados al grado de riesgos fiscales” a pesar de que el límite del 60% del PIB al endeudamiento y el 3% al déficit se mantengan como valores de referencia.
En búsqueda de un nuevo equilibrio
Siguiendo esto, los países con un mayor nivel de riesgo fiscal deberían buscar avanzar hacía un equilibrio positivo en los próximos 3 a 5 años, pero aquellos que tengan menores riesgos y una deuda menor al 60% podrán tener mayor flexibilidad. Además de esto el FMI también ve necesario fortalecer las diferentes instituciones fiscales, esto con aspiraciones a mediano y largo plazo marcando topes de gasto plurianuales y un mayor rol de los consejos fiscales independientes.
Como su último propuesta el FMI quiere que se desarrolle una capacidad fiscal “bien diseñada” para poder conseguir dos objetivos claves, estos son: “La búsqueda de la estabilización macroeconómica, y permitir la provisión de bienes públicos comunes a nivel comunitario, como en materia de cambio climático o seguridad energética”.
Con todo esto, el Fondo Monetario Internacional busca que sus recomendaciones se vean como “un paquete de elementos interconectados para promover una reforma efectiva”, además, admite que se requiere de un esfuerzo mutuo para que las reformas de la UE y la implementación nacional estén en sincronía. A su juicio “la extraordinaria incertidumbre económica y los retos fiscales que se avecinan”, hace que esta nueva reforma no se deba hacer esperar por mucho tiempo.
“Más retrasos obligarían a los países a volver a las antiguas reglas con todos sus problemas. La oportunidad no debe desperdiciarse», agrega el FMI para concluir en donde recalca que es urgente llevar a cabo modificaciones para poder contrarrestar la crisis actual que se está viviendo.
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